NUESTRO CAMAPAMENTO SE TERMINA PERO LA MAGIA SIEMPRE CONTINUARÁ.

        Último día completo en Isín. Mientras los más pequeños desayunaban en el comedor de todos los días; casi todos los mayores lo hacían en un espacio donde no existían las mesas y las sillas, pero si unas vistas únicas de montaña que se van a convertir en una especie de postal para el recuerdo.

        

        La travesía de ayer fue realmente fantástica de principio a fín. El momento de la despedida de los grupos en Acumuer tiene cierto aire de nostalgia y aventura a la vez. La nostalgia viene por parte de los alumnos de tercero, que después de convivir varios días con los mayores ven como se separan de ellos para vivir una nueva experiencia. La aventura viene por parte de los alumnos de cuarto que en ese momento se sienten "los mayores" porque comienzan algo importante y realmente diferente.        

        

        Así que nostálgicos por un lado y aventureros por otro, comienzan sus respectivas rutas (una cuesta abajo y la otra en busca de las estrellas) por el bonito Valle de Acumuer.

Los mayores aprendieron a trazar una ruta, a orientarse con el sol, a distinguir un collado de una loma o un pico, a seguir las marcas blancas y rojas de un GR... pero sobre todo a sentirse parte de un grupo que persigue un objetivo en común, en este caso un punto geográfico llamado Collado de San Antonio. Aún así no nos privamos de quitarnos las botas de montaña y mojar nuestros pies con la fría agua de este río que cuentan era rico en oro en la época de los romanos, de ahí su nombre. El grupo "machaca" como decidimos denominarnos, estaba compuesto por 31 alumnos y dos profes cargados de ilusión y cantimploras de agua para soportar la exigente subida que hay desde el fondo del valle hasta el collado que domina el paisaje junto a la abandonada ermita de la Virgen de San Antonio.

       

        El grupo funcionó de maravilla, ha sido un grupo disfrutón y con ganas de aprender. Existen buenos restaurantes y hoteles, pero como el nuestro ninguno..un hotel-restaurante de miles de estrellas.

        El momento de la cena siempre resulta difícil de describir desde un teclado de ordenador a estas horas de la noche. Pero es realmente emocionante estar allí solos, sin nadie más que nosotros mismos, compartiendo la sopa con el cazo,  las hamburguesa con la mano, mientras las risas y los comentarios de todos enriquecen el momento. Allí todo se vive con mayor intensidad y el espíritu de grupo que favorece la montaña es un aprendizaje que vale por muchas clases en el Colegio.

        La verdad es que la noche fue para enmarcar. Allí el nivel de relación entre todos se transforma y sufre una especie de evolución. Por un rato, la línea profe-alumno (que ya de por si se estrecha en los días de Isín) se acerca de tal manera que parece que estás viviendo un momento familiar, por que en ese instante tú eres clave para ellos y ellos son muy importantes para tí; y el nivel de responsabilidad se multiplica por mil, y te sientes orgulloso de lo que estás haciendo... vamos, que el nivel de autoestima docente llega hasta las estrellas que están por encima de tu cabeza.
Así que con ese clima, nos fuimos a las tiendas a dormir para recuperarnos de los esfuerzos y emociones del día.

        Después de desmontar las tiendas y organizar el material hemos comenzado nuestro particular descenso en busca de la refrescante piscina de Isín. 
Estamos convencidos que ha sido una experiencia muy bonita para ellos, y que no van a olvidar durante mucho tiempo, al igual que los profesores que tuvimos las oportunidad de compartir la experiencia.

        Después de comer y descansar un rato hemos vivido uno de los momentos más esperados del campamento, nuestra "Gymkhana Guarra". Todos los alumnos divididos en grupos tienen que superar una serie de pruebas en las que lo normal es mancharse y además es lo que apetece. Pocas cosas hay tan divertidas como poder manchar sin ningún tipo de límite al compañero respetando la única norma de " no vale acabar limpio". Las risas de esta actividad son infinitas y la pinta con la que todos acabamos provoca carcajadas y fotos memorables. Lo difícil de este juego es entender que tiene un final.

Aquí todas las fotos de la Gymkhana Guarra, gracias a Teo

        Después manguerazo general para retirar de pieles y pelos restos de huevo, harina, cacao, crema de afeitar...y otros potingues difíciles de describir. 

Las diferentes promociones de alumnos que han pasado por Isín, recuerdan con nitidez esa tarde de campamento en la que todos nos manchábamos entre carcajadas, tiritonas y persecuciones por la pista deportiva.

        La fiesta de despedida ha sido una mezcla de cansancio, diversión y emoción. Última noche de bailes y risas entre compañeros de un campamento que ya sabíamos que terminaba.

        Y así, entre risas, compañerismo y solidaridad, acaba este "Isín 2022".  Un año más hemos podido disfrutar de unos días de convivencia en el medio natural, donde hemos aprendido cosas de la magia a través de ocho profesores y monitoras locos con ganas de enseñar divirtiéndo a sus alumnos. El curso acaba y todos nos separamos a partir de mañana, pero nunca olvidaremos ese campamento donde todos aprendimos a estar juntos en un rincón privilegiado para hacer este tipo de actividades; se llama Isín y es fantástico.

        

        El equipo de profesores y monitoras responsables de "Isín 2022" (Julia, Sofía, Ana, Yari, Sonia, Harut, María y Jorge) quiere una vez más agradecer a las familias participantes en esta colonia de verano la confianza depositada en este proyecto que cumple su decimosegundo año de andadura. Doce maravillosas ediciones por los que han pasado más de 900 alumnos y alumnas de nuestro Colegio y un importante número de profesores implicados. También queremos agradecer las facilidades permanentes que nos presta el pueblo de Isín en forma de instalaciones y sobre todo valor humano. ¡Gracias chicos!.

Es tarde ya. En un rato volvemos al "modo campamento" para desmontar habitaciones, organizar maletas y subirnos al autobús en busca de nuestras familias. Desde este teclado de ordenador no se nos olvida enviaros besos y abrazos y desearos a todos un feliz verano.

¡Viva la magia de Isín, que siempre nos va acompañar!.