LA PALABRA PERDÓN EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Esta crónica breve y tardana pretende explicar lo que pasó finalmente el último día en nuestro campamento en Isín. Si recordáis el Pirineo estaba amenazado por el villano Tronada, al que la naturaleza no le importaba nada. Durante toda nuestra estancia en ese rinconcito que nos atrapada a todos/as en la última semana de junio, Tronada no dejó de hacer maldades hacia nosotros y sobre todo hacia el entorno natural que nos rodeaba. Por eso teníamos que hacer algo, y junto con los maravillosos personajes que nos acompañaron (Los pioneros Henry Rusell y Lucien Briet, la bruja Guirandana de Lay, la diosa Pyrene, el anciano Bosenerau y el bondadoso Gigante de Sallent de Gállego) nos pusimos manos a la obra para tratar de atrapar y convencer a Tronada de lo equivocado de su actitud.

La última mañana en Isín fue de cierre de oficios (todos los alumnos/as durante el campamento trabajaron en los diferentes oficios) y de organización y desalojo de habitaciones. Pero tuvimos la suerte de presenciar en la plaza de nuestro pueblo como Tronada fue atrapado por un error que incomprensiblemente cometió. La suerte estuvo de nuestro lado y conseguimos atrapar al villano más peligroso para la naturaleza y el Pirineo que haya existido. Fue muy emocionante, como esa mañana fueron apareciendo todos y cada uno de los personajes que durante toda la semana en Isín nos habían transmitido sus valores personales (valentía, sabiduría, respeto, bondad, generosidad…). Y aprendimos una magnífica lección al ver que no tenían rencor hacia “Tronada”, sino todo lo contrario, querían convencerla y convertirla en algo bueno para el Pirineo Aragonés. Y así fue como los pioneros y grandes pirineistas Henry Russell Lucien Briet, entregaron a Tronada un bastón, al igual que hicieron con todos los niños y niñas del Colegio Alemán. Además, cada mítico personaje colocó en ese nuevo bastón, las gomas de colores que simbolizaban todos y cada uno de eso fantásticos valores personales. Tronada, aceptó emocionado ese poderoso bastón y nos enseñó un nuevo valor a todos; el valor del perdón o arrepentimiento. Nos explicó que su nombre tradicionalmente se asocia a algo negativo (tormenta, rayos, miedo en la montaña) pero que se había dado cuenta que las tronadas del Pirineo traen muchas veces algo bueno y necesario, como el viento y la lluvia. Y así nos hizo ver a todos/as, que muchas veces lo malo no es tan malo y esconde cosas buenas; y sobre todo que hay que utilizar esa palabra mágica, que como el urogallo (logotipo de nuestra camiseta) está en peligro de extinción, PERDÓN.

   Y de esa manera conseguimos salvar al Pirineo, con ilusión, generosidad y convivencia. Pero tenemos que saber, que seguro vendrán otros villanos, muchas veces no fáciles de ver o reconocer, que querrán utilizar y estropear el Pirineo con fines egoístas. Y será entonces cuando tendremos que estar de nuevo unidos, como lo estuvimos en Isín, para defenderlo y protegerlo; y propiciar que las futuras generaciones de niños/as y personas tengan la oportunidad de disfrutarlo como ahora lo tenemos nosotros.

    ¡ Ahora a Tronada, la naturaleza le importa una pasada !, y a nosotros también.

    Abrazos para siempre.

Fotos del día, aquí.