EL GIGANTE DE SALLENT Y MÁS COSAS ENORMES...

 

   Nos pasa a todos que en determinados momentos perdemos la noción del tiempo y no sabemos ni en que día vivimos. Pues bien, eso es lo que nos está pasando ahora mismo en Isín. Estamos tan metidos en la dinámica del campamento y en esta especie de realidad paralela que no sabemos o no queremos salir de ella, y el tiempo transcurre de una forma diferente. Ese tiempo de Isín no se mide en minutos ni segundos, sino en emociones y risas. Es una unidad de medida poco objetiva y científica, pero mucho más divertida y original. Creemos que es muy bueno y muy necesario perder la noción del tiempo y dejarse llevar por lo que sucede al momento, sin saber lo que va a ocurrir después. Para eso Isín es el lugar perfecto, y aquí todos nosotros (niños y adultos), lo estamos disfrutando.

  Ayer, una vez más, la meteo nos respetó y nos permitió disfrutar de un fantástico día de montaña en los alrededores de Isín. El campamento al completo salimos de nuestro pueblo y con nuestros bastones para llegar caminando hasta el Collado de San Antonio. Fueron dos horas de caminata donde aprendimos a interpretar el paisaje, a valorar más todavía la importancia de lo que nos rodea aquí y sobre todo a esforzarnos por conseguir un objetivo. Este año todo el grupo ha caminado muy bien en el monte y estamos convencidos que ese bastón o gayata ha sido muy motivante para todos ellos y ellas. Es el legado que nos han dejado Lucien Briet y Henry Russell. Fue una chulada verlos a todos caminar con ese palo de madera de pino, que en realidad simboliza muchas más cosas.

    Después de comer en el Collado de San Antonio y disfrutar de las vistas de un trocito de Pirineo el grupo de 3º y algunos alumnos de 4º regresaron a Isín, mientras el resto de alumnos/as de 4º prosiguieron la caminata en busca de uno de uno de los momentos más bonitos de este campamento; la noche de acampada. El cielo, ese cielo que nos está tratando tan bien este año, nos regaló un “nublao” para que no pasáramos demasiado calor durante el resto de la excursión. Es como si las nubes y el sol, conocieran nuestra programación de actividades este año, o alguien manejara la “palanca secreta de la temperatura ideal para campamentos”. Los pequeños en cuanto llegaron a Isín disfrutaron de una tarde de piscina con merienda y después de unos juegos pirenaicos. Los mayores emprendieron el descenso hacia el rio Aurín a través de una preciosa senda que atraviesa un bosque de pinos y abedules.

  Después de cenar nuestro grupo de pequeños tuvieron una velada de relajación y masajes en la iglesia. Tras un día de montaña y de cansancio acumulado la velada nocturna tenía que ser lo más relajada posible y además en un lugar que fuera propicio. Muchos de nuestros peques cayeron rendidos, es decir, se quedaron fritos en mitad de la velada. Fue una vuelta a la calma ideal antes de irse a dormir para soñar con aquellos primeros montañeros que descubrieron estas montañas, gente valiente que se esforzó por conseguir un objetivo. Como todos nosotros en el Collado de San Antonio.

   El grupo de mayores consiguió descender hasta el río Aurín. Ese río que las crónicas romanas cuentan que contenía pepitas de oro (áureo), de ahí su nombre actual. Nosotros nos buscamos piedras preciosas en sus aguas, sino pasar un buen rato en compañía de los amigos del cole y aprender que los ríos hay que cuidarlos y protegerlos, como el agua que llevan. Primero los pies, luego la pierna y los más valientes se atrevieron a sumergirse enteros. Este es ritual habitual en los baños de río, yo creo que desde aquellos años en los que el Aurín tenía oro.

  Pero había que continuar para llegar a la zona de acampada a una hora prudencial. Como decía un querido pastor soriano: “al monte hay que ganarle el día”, así que recuperamos nuestras mochilas y siguiendo los mojones nos pusimos de nuevo en marcha; otra vez había que ganar un poco de desnivel para por fin encontrar el lugar en el que íbamos a pasar la noche todos juntos.

  No contaremos aquí donde está ese lugar, porque al igual que hay proteger al quebrantahuesos o al urogallo, también hay que hacerlo con los rincones especiales que tienen un encanto particular. Así que nos vais a permitir que guardemos otro de los secretos de Isín, el sitio donde pasamos la noche con nuestros alumnos/as de 4º de Primaria. Todo no se puede contar.

   Enseguida nos pusimos a colaborar para montar las tiendas de campaña, organizar todo el material y seguir aprendiendo cosas que solamente las actividades en el medio natural te ofrecen. Para alguno de ellos era la primera vez que vivían este tipo de experiencia, y eso para los profes es algo fantástico. ¿Puede haber algo más motivante que enseñar a alguien lo que no conoce o no ha vivido?, para nosotros no lo hay. En un rato el campamento estaba montado, y donde no había nada, de repente apareció un lugar donde pasar la noche en un entorno privilegiado. Cenamos en el suelo, como se cena en la montaña, y disfrutamos de un atardecer chulísimo con nuestro caldo caliente en las manos. Pechugas empanadas, ensalada… para recuperarnos del largo día de caminata. 

   Después de cenar decidimos hacer un paseo nocturno circular con nuestros frontales y linternas por una senda que atraviesa un viejo robledal. No queríamos que terminara el día, queríamos exprimir la experiencia al máximo antes de meternos en nuestras tiendas de campaña. Y así terminó un día intenso cargado de emociones para ellos (nuestros alumnos) y también para nosotros. Es increíble tener la oportunidad de vivir con tus profesores y para nosotros con nuestros alumnos un día de montaña en el que no paras de recibir estímulos por todos los lados. Ellos aprenden todo el rato cosas que nosotros sabemos, pero nosotros disfrutamos de su aprendizaje y de sus miradas curiosas ante nuestras explicaciones. Seguramente se llama vocación y es algo genial.

  Hoy por la mañana ese cielo generoso nos ha vuelto a regalar unas nubes que nos han permitido estar más rato en la tienda de campaña y poder estirar el rato de sueño. Seguramente muchos de vosotros sabéis de lo que estamos hablando. Es uno de esos regalos en la montaña. Algún remolón y alguna que se ha quedado atrapada en su saco de dormir todavía han disfrutado un poco más de ese rato de tienda. 

   Desayuno, organización y después de desmontar el campamento, nos hemos asegurado de dejar el lugar en el que hemos pasado la noche igual que como lo encontramos. Así tiene que ser. Nos despedimos ¿hasta el año que viene?, de este rincón cerca de Acumuer que nos permite tener una de las experiencias mas bonitas de todo el curso.

  Mientras tanto los pequeños han disfrutado de su Isín, y se han sentido los dueños del pueblo. Tenemos que decir que estamos solos, así que todas las instalaciones están a nuestra entera disposición. Después de desayunar a los oficios para recuperar cierta rutina isiniana y mientras estaban en la piscina han aparecido el grupo de mayores que venían de mas de 24 horas de actividad montañera. Desde aquí nuestras felicitaciones a uno de los grupos más andarines que ha pasado por este campamento. Estamos seguros, como hemos dicho más arriba, que el "bastón de los valores" nos ha ayudado a ser mejores (y ha salido un pareado).

  Hoy Gouda nos preparado un rico arroz a la cubana, san jacobos y helado de chocolate. Eatamos pensando en tener un detalle con nuestro magnífico cocinero. No nos cansamos de escribir lo bien que nos trata. Hasta un grupo de alumnas de 3º ha querido expontáneamente asomarse al a cocina para felicitar a Gouda. ¡Qué majas!.

  Después de un ratito de tiempo libre, en la plaza de Isín ha aparecido de repente un personaje alto, fuerte y bien plantado que nos ha hablado de sus aventuras y de su bondad infinita. Se trataba del Gigante de Sallent de Gállego. Y así se nos ha presentado:

Mi nombre es Fermín Arrudi, pero todo el mundo me conoce como "El gigante de Sallent". Soy la persona mas grande del Pirineo ya que mi estatura es de 2,40m y puedo cargar a mi espalda un burro e incluso una yegua. Tengo más fuerza que cuatro personas juntas y me he recorrido el mundo mostrando mi altura y hablando de Aragón y sus maravillosos pueblos.

  Pero no solamente soy un forzudo, también canto jotas y toco varios instrumentos musicales, como la guitarra, el laúd y la bandurria. Aunque lo que más me gusta es pasear por mi pueblo que se llama Sallent de Gállego y ayudar a todo el mundo para hacerles la vida más fácil. ¡Me encanta ver felices a las personas!.

  Os animo a que como yo, tratéis bien a las personas, seáis educados y cuidéis siempre la naturaleza.

  Mi madre ya me decía: "Fermín, lo que tienes de grande, lo tienes de bueno".

                                                                             ¡Sed Felices!

   Y es que este gigante aragonés es mas bueno que el pan, y como nosotros está luchando contra "Tronada" por mantener las tradiciones y cuidar el medio ambiente.

    Después de la "enorme" visita, Paco (el cartero de Isín) nos ha regalado abrazos, besos y ánimos en forma de cartas que venían de casa. Es increíble la cantidad de correspondencia que ha llegado este año a Isín. Paco esta mayor y gordo, pero acude con su cartera con la misma ilusión de siempre, y consigue iluminar la mirada de los niños y niñas del Colegio Alemán.

    Tras la merienda ha llegado uno de los momentos más esperados de todas las ediciones de Isín, la gran "Gymkana Guarra". Una tradición que permanece en la memoria de varias generaciones de alumnos/as de nuestro colegio. Y es que, ¿cuantas veces tienes la posibilidad de escachar un huevo en la cabeza de tu profesor, o manchar con harina a esa profe que te enseña inglés todos los martes, miércoles y jueves en el cole?. Esta claro, solamente en la Gymkana de Isín. En este juego lo prohibido es no divertirse y permanecer limpio, y la principar norma es reírse y disfrutar hasta el infinito. Y como decía Lucien Briet: "una imagen vale más que mil palabras"; así que os remitimos a estas dos fotos de abajo y a  la galería fotográfica. No hay nada más que decir. 

   Después de una buena y necesaria ducha, que nos ha devuelto al aspecto habitual. Cena rica con sopa de letras y alitas de pollo con patatas fritas. De postre un mousse de chocolate casero y a la plaza del pueblo para disfrutar de una velada nocturna en la que hemos puesto al día nuestro fantástico cuaderno-album del campamento. Todos los niños y niñas han conseguido los cromos de todos los personajes pirenaicos que nos están acompañando en esta aventura de salvar al pirineo. Estamos realmente orgullosos de ese cuaderno y del recuerdo que va a suponer para todos nosotros. Así que podéis ir haciendo un hueco en alguna estantería de casa porque es un documento precioso. Aquí os dejamos un vídeo de una de las lecturas en común que hemos hecho sobre unos de nuestros queridos personajes. Es fantástico el clima que tenemos en la plaza de Isín.

    Antes de despedir esta tardana crónica isiniana, queremos enviar un beso grande a una persona fundamental para este campamento de Isín. Sin ella este proyecto nunca hubiera sido posible. Es María Rubio, profesora del colegio. Este año anda por tierras alemanas y a pesar de no estar con nosotros la sentimos muy cerca. Su enorme creatividad y compromiso ha sido fundamental para que este campamento siga vivo después de quince años de andadura. Siempre es fantástico terminar el curso escolar en Isín con María, una gran compañera. Así que dese aquí te enviamos un abrazo grande y bueno, como el gigante de Sallent de Gállego. ¡Te queremos María!.

   Y eso os contamos desde desde la plaza del pueblo de Isín. Hoy hemos elegido este lugar para escribir este largo relato de emociones. El campamento empieza a terminarse y pronto estaremos de regreso en casa. Más cansados, seguro, pero con muchas más cosas aprendidas que nos encantará contar en persona. Mañana tenemos nuestro mercadillo solidario y por la noche la gran fiesta de despedida. Pero todo eso os lo contaremos dentro de un rato y con las maletas casi hechas.

  Y recordad, sed buenos.

   Abrazos desde Isín 

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