Tercer día. Bob Marley, amante de la naturaleza.

Tercer día de colonia de verano en Isín. Nos acercamos al ecuador del campamento y eso se nota en la dinámica general del grupo. La verdad es que los chicos y chicas están fantásticos y ya han adquirido el ritmo normal de campamento. Los horarios, el conocimiento del pueblo, la relación entre todos y el cansancio, hacen que todo fluya con mas normalidad y soltura.

Tras un nutritivo desayuno, nos reunimos todos esta mañana en la carpa de Isín. Ahí, los mismos personajes, que aparicieron el segundo día, se presentaron en su peculiar viaje por los diferentes ritmos musicales del siglo XX. La escala de hoy acabó en la isla caribeña de Jamaica, de la que se presentaron el señor y la señora Marley. La presentación finalizó con un divertido juego rítmico. A continuación se volvieron a dividir los alumnos, para asistir a sus correspondientes oficios: alemán, cocina, granja, blog o mantenimiento.

Los alumnos de cocina prepararon unas sabrosísimas brochetas de frutas bañadas en chocolate blanco y negro, que pudimos degustar todos por la tarde, tras el taller.

En mantenimiento se colaboró en la conservación del vallado, en la cuestas, frente a la iglesia. Tarea poco complicada pero muy divertida para los alumnos.

Los chicos de granja han podido dar la bienvenida a dos nuevos burros. Les han cepillado, atendido a la explicación de los monitores de Isín y han colaborado en la alimentación y cuidado de los demás animales de granja.

Tras una copiosa comida, formada por unas contundentes lentejas como primer plato y pollo con patatas de segundo plato, nos reunimos todos en la sala multiusos, dónde preparamos los productos a vender en Larrés. El dinero recaudado irá a diferentes organizaciones sin ánimo de lucro. Se prepararon llaveros, a partir de materiales reciclados como anillas y corchos, que decoraron los chicos con pinturas. También se pintaron velas. Pero la estrella del mercadillo de este año serán sin duda los coloridos abanicos  y figuras.

Redondeamos la tarde, merendando tostadas con albaricoque y nuestras riquísimas brochetas, acompañado de un baño refrescante en la piscina. Y finalizamos el día recondándo entre todos la memorable canción del vaso, un ritmo colaborativo que se hace entre todos.